- diciembre 6, 2022
- By parlyn
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En los últimos tiempos, las puertas para la industria hortofrutícola ganan todavía más importancia de la que ya tenían a la hora de garantizar la higiene y la correcta conservación de frutas, verduras y hortalizas, conservando así sus propiedades, olor y sabor. Además, se ha de evitar a toda costa que se produzca una ruptura en la cadena de frío que eche a perder todo el producto cuando más se necesita y para ello, es vital la elección correcta de las puertas en la nave.
Dependiendo de las necesidades, y con tal de garantizar las mejores cualidades funcionales, higiénicas y sanitarias, se podrá optar por instalar una puerta frigorífica corredera; pivotante o rápida enrollable Kavidoors. Veamos en profundidad cada uno de los modelos y sus ventajas para una elección idónea.
La estructura de acero inoxidable en el dintel y las guías de aluminio anodizado de junta hermética e higiénica de polietileno, hacen que sea la solución óptima para controlar la temperatura de las cámaras frigoríficas que necesiten conservarse entre +0° y congelación -20°. Para ello, es importante que la puerta se abra a una velocidad adecuada. La puerta frigorífica rápida enrollable de Kavidoors tiene un ritmo de apertura de 0,8 m/s, un motor con protección de humedad IP65, calefacción y un cuadro con variador de velocidad.
Este tipo de puertas logra conservar en perfecto estado los productos en su interior y facilita el paso de carretillas elevadoras al garantizar un acceso rápido y fácil.
La puerta frigorífica corredera está pensada para entornos de temperatura controlada negativa, hasta los 40 °C bajo cero, como necesitamos en laboratorios, restaurantes o industrias alimentarias como la hortofrutícola.
Posee un sistema de marco y contramarco de aluminio anodizado de 20 micras con rotura térmica y un sistema de cierre con guía superior de doble caída que garantiza su hermeticidad. Además, está preparada para soportar ambientes agresivos.
La puerta frigorífica pivotante es la solución para industrias y comercios donde se requiere un óptimo control de temperatura, entre +0° y -40 °C, y hay un flujo intensivo de personas o mercancías. Por lo que, están especialmente diseñadas para sectores como la industria hortofrutícola. Su marco, recubrimiento y aislamiento garantizan grandes ahorros energéticos.
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